Plata y filigrana

La Historia de Córdoba se escribe con hilos de plata

Damos la bienvenida a los amantes del buen gusto, porque en esta ruta imperan la estética, lo delicado y un saber hacer tan antiguo como exquisito. La filigrana es una obra de orfebrería realizada con hilos de metal, generalmente con hilos de plata y oro que se entrelazan para formar vistosos dibujos. Te brindamos la oportunidad de aprender de un maestro platero, compartiendo con él herramientas y banco de trabajo. Nos enseñará algunas de las tareas necesarias para ejecutar una pieza de filigrana y nos guiará en la aventura de diseñar y montar nuestro propio souvenir, que podremos conservar como el más hermoso recuerdo de nuestro paso por Córdoba.

Tras el taller, nada mejor que un paseo por el magnífico Casco Histórico -Patrimonio de la Humanidad- para disfrutar de callejuelas y personajes históricos y míticos de Córdoba mientras nos dirigimos a una visita excepcional: un taller que guarda celoso los secretos de delicadas técnicas califales de la joyería andalusí del siglo X. Acabaremos nuestra jornada en la otra joya de Córdoba: la taberna -un lugar donde el oro no se talla, sino que se bebe- y descubriremos la estrecha relación entre la taberna y el gremio de los plateros cordobeses.

Córdoba es la ciudad de la plata. La tradición orfebre de Córdoba es milenaria y su calidad es reconocida desde la época romana, cuando nuestra Sierra Norte era fuente inagotable de metales preciosos. En la Córdoba Omeya orfebres de todo el mundo acuden a Córdoba para descubrir técnicas y metales que no se encontraban en el resto de Europa. Desde finales de la Edad Media cobra fuerza el gremio de plateros y es el s. XVI un momento álgido de la platería cordobesa gracias a los metales preciosos de América. En la actualidad, tenemos en Córdoba la mayor concentración de talleres de artesanos joyeros de España, donde se talla el 60% de la producción nacional. Y es que nuestros artesanos han sabido transmitir sus métodos tradicionales de generación en generación hasta hacer de Córdoba uno de los mayores y más apreciados centros de producción de joyería del mundo.